Los pies son, lamentablemente, una de las partes más olvidadas y descuidadas del cuerpo, a pesar de ser fundamentales para la movilidad y bienestar general. Muchas personas solo buscan la atención de un podólogo cuando ya están experimentando dolor o molestias significativas en los pies, lo que a menudo indica que el problema ya está bastante avanzado.
Es esencial recordar que los pies soportan todo el peso del cuerpo y están sometidos a una gran cantidad de estrés y presión diariamente. A lo largo de la vida, se camina miles de kilómetros, por lo que es fundamental prestar la atención y el cuidado que merecen.
Valentín Mendieta, podólogo y vocero de Sana Pie señala que “Por lo general, a la consulta llegan pacientes con padecimientos avanzados y problemas irreversibles, ya que consideran que los pies al encontrase ocultos la mayoría del tiempo no merecen la atención adecuada. Por ello, aconsejo acudir al especialista desde pequeños para generar una rutina -a partir de los 4 o 5 años – pues en la infancia se puede detectar con tiempo problemas. Es importante destacar que los problemas en los pies a menudo comienzan con pequeñas molestias que pueden pasar desapercibidas, por ello, al acudir al podólogo regularmente, se pueden detectar y tratar problemas en etapas tempranas antes de que se conviertan en condiciones más graves”.
Un podólogo está en la capacidad de evaluar “la forma de caminar y detectar posibles desequilibrios o problemas biomecánicos que puedan estar afectando nuestra postura o incluso causando molestias en otras partes del cuerpo, como rodillas, caderas o espalda”, señala el especialista.
Así también, los podólogos pueden proporcionar consejos y recomendaciones sobre el calzado adecuado para diferentes actividades, lo que puede prevenir lesiones y problemas futuros. En el caso de experimentar dolor o molestias en los pies, el especialista puede proporcionar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para abordar el problema específico.
Los pies son una parte esencial de la salud y bienestar en general. No hay que esperar a que aparezcan problemas significativos para prestarles atención. Visitar a un podólogo regularmente y cuidar adecuadamente los pies permitirá mantener una buena salud podal y disfrutar de una mejor calidad de vida en general.